La obra de arte no está en la imagen, o en el objeto. Ni siquiera en los bits que mueve el algoritmo, y luego traduce en píxeles de color.
El arte está en la mente de cada uno de nosotros.
A esta idea, podemos agregarle que no hay dos mentes que lean una obra exactamente del mismo modo. Cada una de esas lecturas es formada por una combinación infinita de recuerdos, experiencias y degustaciones sensoriales. Por ello, la composición WebGL (Web Graphics Library) de las piezas de esta serie se rehará de forma diferente para cada espectador. Parámetros como el color, la velocidad, el tamaño, los arreglos y las secuencias de color serán tomados de la dirección de cada uno, dentro de la red de Tezos. Así, cada obra puede ser tantas obras, como espectadores.